HR 100 se diseñó para obtener la máxima calidad de sonido sin concesiones. Su potencia máxima de salida era su única limitación, ya que la tecnología de la época no permitía esta calidad de sonido de referencia con una potencia masiva. Cuatro años más tarde se creó la marca THESIS. Utilizando la tecnología más avanzada, Audison volvió a reescribir la historia del rendimiento de los amplificadores. En 1995 y en 1996 respectivamente, HV sedici y HV trenta salieron a la luz.
THESIS y HR 100 tenían un sonido muy característico que no podía mejorarse en su singularidad, pero había una forma de intentarlo: fusionar los dos proyectos en un único amplificador, algo que los diseñadores de Audison habían soñado durante mucho tiempo. Tras dos años de investigación, con HV venti, el sueño se hizo realidad.